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miércoles, 31 de julio de 2013

VA POR TI, MI NIÑA

Hoy me atrevo a ser portavoz del escrito de una madre que siente la generosidad, pero que al mismo tiempo destapa la desfachatez y los falsos abrazos; que cada uno de nosotros juzguemos nuestras conciencias.

“Soy la madre de Carolina Besada Garrido, que falleció a los 18 años en el accidente de tren de Santiago. Me gustaría hacerles llegar este escrito y les agradecería que le diesen la máxima difusión. Mi hija siempre me dijo que se sentía orgullosa de que fuese una luchadora y sé que no le hubiese gustado que me quedase callada. Esto es en homenaje a ella. A todas aquellas personas que ayudaron a nuestros seres queridos y a nosotros mismos en esos duros momentos quiero decirles que cada uno de sus gestos llenan de calor nuestra alma. Los que se sintieron conmocionados por lo ocurrido han de saber que su empatía nos da fuerza. Todos nos habéis recordado que el mundo está lleno de seres excepcionales. A los que, como nosotros, sienten dolor por su pérdida, les envío un abrazo sincero y todo mi cariño. Pensemos que están en paz y dejemos que el tiempo nos ayude a que su recuerdo nos inunde de amor. Gracias por todos los abrazos, besos y palabras de ánimo sincero que hemos recibido, incluso de personas a las que no conocíamos, anónimas o con “cargos”.

Y por último quiero dirigirme: a los que se creen “importantes” y desfilaron ante nuestros ojos para las cámaras, con sus trajes y uniformes, para “hacerse ver”, cuando llevábamos doce horas de angustia, sin saber si podríamos volver a abrazar a los nuestros. También al maquinista que, de confirmarse, nos ha destrozado con su irresponsabilidad. A los que vinieron a darnos un falso pésame porque su cargo o su partido se lo “exigía” (que sepáis que eso se transmite; habríais demostrado alguna compasión quedándoos en vuestros lujosos despachos). A los que cedieron a las presiones “de arriba” y nos torturaron prometiendo información que luego no nos daban. A los que prefieren “recortar” vidas a tener que renunciar a su coche oficial. Para deciros que vuestros actos os están pudriendo el corazón, pero que quizá no sea demasiado tarde para que rectifiquéis y colaboréis en hacer de este mundo un lugar en el que lo importante vuelvan a ser las personas.
Va por ti, mi niña”.

sábado, 27 de julio de 2013

LA BONDAD DEL DESCONOCIDO

Hoy, encontrándome en esos momentos de descanso, escucho en una película que la TV estaba reproduciendo, el dialogo de un jefe de policía ante el secuestro de un niño, y decía más o menos lo siguiente:”me preocupa por los ciudadanos no preparados para hacer la búsqueda del niño y lo digo como responsable policial, pero como hombre lo que me emociona es la bondad de la gente”.

Por eso, hoy quiero abrazar a aquellos que no tienen a quien abrazar en el día de hoy, pues el imprevisto accidente se los ha llevado.

Hoy podemos recordar numerosas circunstancias acontecidas en nuestro país en estos últimos años; quién no recuerda la solidaridad del 11 M, ante tanta muerte, o el accidente de Metro de Valencia, o aquella ola de solidaridad cuando las playas gallegas quedaron llenas de “chapapote” del accidente del Prestige, o el terremoto de Lorca.
Sinceramente, todo esto me emociona, ese sentimiento de generosidad de la que es capaz el corazón humano ante circunstancias que nos sobrepasan.

Siempre he pensado en la generosidad como aquella capacidad de dar sin recibir, de ayudar sin esperar nada a cambio, o de dedicar tiempo y atención al otro sin esperar ningún tipo de compensación.

Pero nunca había considerado que también es importante con quien la practicamos, y que es precisamente esto lo que hace que no toda la generosidad es igual, ni necesariamente auténtica.

Hay una generosidad aparente, fácil, que es aquella que practicamos muchos de nosotros con personas de las que en el fondo esperamos algo. No esperamos una compensación inmediata (estaríamos faltando a la esencia de la generosidad) pero si que actuamos con la idea de que aquel acto nos compensará tarde o temprano. Es la generosidad que practicamos con amistades que queremos forjar, con personas que nos interesan, o que simplemente nos caen bien y queremos reforzar nuestros vínculos.


Y hay en cambio una generosidad auténtica, muy difícil, que es aquella que practicamos con gente que la necesita, simple y llanamente por que la necesita, sin ninguna otra consideración ni intención. Sin plantearnos nada más. De esta generosidad me siento atraído.

domingo, 21 de julio de 2013

LA GENERACION DEL 98

Una buena amiga que como siempre con su reflexión y agudeza que le da estar postrada en cama durante más de 40 años, siempre me ayuda a comprender el entorno que me rodea. Y hoy lo hace recordándome “Las sietes clases de españoles”.

Pero previamente a esto, quiero recordar la importancia que tenía las tertulias en los Cafés, y en especial la de la Generación del 98.
Esta Generación es la primera de las tres que le darían la gran época de esplendor a las tertulias en los Cafés. Se discutía de arte, literatura, política, según le conviniese al público que acudía a participar en las tertulias. Estas nunca eran fijas, al menos en esta primera fase. Eran tertulias desenfadadas, donde no había establecido un día para acudir ni un tema sobre el que hablar, todo era espontáneo, eran menos ritualizados que en las generaciones posteriores, eran más cotidianas, más del presente, del día a día. En palabras de algún bohemio se atacaba la vida frívola y estúpida de la sociedad española. Qué pena que en pleno siglo XXI hemos perdido estos Cafés de encuentro de tertulianos que enriquecían la sociedad y acababan con la estupidez humana que nos envuelven; hoy en cambio, asistimos a los Cafés para hablar de la frivolidad de la vida y de hablar del “yo más que tú”.

Entre los personajes que frecuentaban estas tertulias de finales del siglo XIX y principios del XX encontramos en primer término a Ramón María del Valle-Inclán, quien perdió la mano en una disputa en el Café de la Montaña con D. Manuel Bueno; a Rubén Darío, Azorín, Unamuno, Benavente, Alberto Insúa, Antonio y Manuel Machado, Rafael Urbano, José Nogales, Luis París, Ricardo Catarinéu, Luis Bellon, Nilo Fabra, López del Castillo, Félix Méndez, Ciges Aparicio, Enrique Díez-Canedo, Antonio Zozaya, Enrique Mesa, Constantino Román Salamero, Pedro Mata, Enrique Gómez Mesa, Pedro de Répide, Bernardo G. de Candamo, Pablo Ruiz Picasso, Ramiro de Maeztu, Enrique Cornuty, Julio Camba, Abelardo Corvino, Enguita...


Corría el año 1904 y aquella tertulia, que había abierto el gallego Ramón María del Valle-Inclán en el Nuevo Café de Levante, hervía por las noches con la flor y nata de los intelectuales de la Generación del 98 y los artistas más significados, entre ellos Ignacio Zuloaga, Gutiérrez Solana, Santiago Rusiñol, Mateo Inurria, Chicharro, Beltrán Masses o Rafael Penagos.                    
Y aquella tarde noche del 13 de mayo de 1904 el que sorprendió a todos los presentes fue Pío Baroja. Porque cuando se estaba hablando de los españoles y de las distintas clases de españoles, el novelista vasco sorprendió a todos y dijo:  
“La verdad es que en España hay siete clases de españoles... sí, como los siete pecados capitales. A saber:
1.   Los que no saben;
2.   Los que no quieren saber;
3.   Los que odian el saber;
4.   Los que sufren por no saber;
5.   Los que aparentan que saben;
6.   Los que triunfan sin saber, y
7.   Los que viven gracias a que los demás no saben.
 
Estos últimos se llaman a sí mismos “políticos” y a veces hasta “intelectuales”. 

jueves, 4 de julio de 2013

ESPAÑA ES UN PAIS DE CHORIZOS, Y LA CIUDADANÍA MIENTRAS TANTO, TRAGANDO QUINA Y TOCANDO EL VIOLÓN...

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1.057.835.000.000 euros o lo que es lo mismo, algo más de 1,057 billones de euros. Eso es, exactamente, lo que adeuda el sector público. Recuerdo cuando estaba en la escuela leer estas cifras tenía cierto grado de dificultad y que no servirían para nada, pues nunca llegaríamos a tener que leerlas; pero hoy estas cifras me superan, y casi me acojono al leerlas. Lo acaba de revelar el Banco de España en su informe estadístico y supone que, por primera vez, los pasivos emitidos por el Reino de España -incluidas todas las administraciones públicas- superan el Producto Interior Bruto, y que en 2012 ascendió a 1,049 billones.

Un amigo me ha remitido este fragmento de Benito Pérez Galdós:“La fe nacional y otros escritos” de hace más de 101 años y que tienen plena actualidad en estos momentos (la verdad sea dicha, he leído muy poco o casi nada de este autor, pero me ha encantado leerlo):"Los dos partidos que se han concordado para turnarse pacíficamente en el Poder son dos manadas de hombres que no aspiran más que a pastar en el presupuesto. Carecen de ideales, ningún fin elevado los mueve; no mejorarán en lo más mínimo las condiciones de vida de esta infeliz raza, pobrísima y analfabeta. Pasarán unos tras otros dejando todo como hoy se halla, y llevarán a España a un estado de consunción que, de fijo, ha de acabar en muerte. No acometerán ni el problema religioso, ni el económico, ni el educativo; no harán más que burocracia pura, caciquismo, estéril trabajo de recomendaciones, favores a los amigotes, legislar sin ninguna eficacia práctica, y adelante con los farolitos... Si nada se puede esperar de las turbas monárquicas, tampoco debemos tener fe en la grey revolucionaria (...) No creo ni en los revolucionarios de nuevo cuño ni en los antediluvianos (...) La España que aspira a un cambio radical y violento de la política se está quedando, a mi entender, tan anémica como la otra. Han de pasar años, tal vez lustros, antes de que este Régimen, atacado de tuberculosis étnica, sea sustituido por otro que traiga nueva sangre y nuevos focos de lumbre mental". Sería bueno pensar y actuar.

Nos han engañado, robado y han destruido una nación. Nadie piense que quien eso ha hecho, o contribuido, lo va a arreglar. ¡A qué esperamos! Levántese el pueblo contra toda esta jerarquía que no sabe gobernar y mandemos le a todos a la calle sin un euro y que devuelvan lo robado.
La bancarrota de España es inevitable, ya ha sucedido varias veces, desde Felipe II que fue el primero que llevó al país a la bancarrota. El problema es que no hay un modelo productivo, sólo tenemos la hostelería estacionaria en España, y el que tiene la famosa Alemania de la señora Merkel (lo de “señora” me cuesta decirlo), tampoco funciona, de cada tres españoles que emigran (movilidad exterior según la Ministra) dos se vuelven. 
Lo que no se ha dicho sobre los últimos datos del paro es las fugas de afiliaciones a la Seguridad Social en la industria. La estacionalidad ha favorecido las más de 42.000 afiliaciones en Hostelería en un mes, pero la Industria manufacturera y el sector de vehículos han perdido más de 11.000 afiliados. ¿Qué sector reemplazará al de la construcción?
Vale la pena reflexionar sobre estos datos, ya que se suponía que el sector industrial iba a ser el que cogería el relevo de la construcción, tras el espectacular batacazo que ha sufrido en los últimos años al pinchar la burbuja inmobiliaria. No ha sido así, sino que, más bien al contrario, la crisis ha provocado una cada vez mayor caída de afiliaciones a la Seguridad Social también en esta rama de la actividad económica. Cabe preguntarse, pues, qué sector podrá reemplazar al de la construcción en un futuro inmediato (¡el del la pandereta y olé!).

Ya era hora que alguien le recordara a Rajoy que él y su partido, que de motu proprio, propusieron al pueblo español un contrato, documentado en su programa electoral, contrato que fue aceptado por una mayoría de españoles y les ha valido a para acceder a la presidencia del gobierno. Su obligación es cumplir con el contrato, que libremente asumió y no hacer lo que le venga en gana. Si no pueden cumplir con su programa, SU DEBER ES DIMITIR y si quieren aplicar un programa distinto al contratado presentare a unas nuevas elecciones con su nuevo programa a ver quién les vota. No cumplir lo libremente contratado es de DELICUENTES así que señor Rajoy su sitio está con ellos y no en el gobierno. Si usted no paga el alquiler o el contrato de luz, ¿qué suele pasar?. Es ILEGITIMO gobernar contra la voluntad del pueblo que pacto un contrato con el Partido Popular y no lo ha cumplido, ¿cómo juzgaran a estos políticos-gobernantes la historia?